viernes, febrero 01, 2008

¿CUÁNTO VALE SALVAR EL PLANETA?

Hola, después de tanto tiempo, ya me he decidido por que tema podria escribir y creo que valdrá la pena.

Hace un tiempo me estoy fijando en el modo que tienen las comunicaciones, las empresas y la sociedad en general para que todo el mundo respete al medio ambiente y así retardar el calentamiento global o, incluso, evitar que ocurra. A mi me parece perfecto, de hecho estoy muy concienciada en el ahorro de energía y agua. Lo que no me parece nada bien es que, todo lo ecológico, es carísimo. No se como ha ocurrido pero hemos llegado al punto de que es mucho mas barato contaminar el planeta que preservarlo. Para dar un ejemplo que se da hace tiempo, es el material reciclado como algunos artículos de papelería. Eso es algo efímero, pero me hizo quitarme de la cabeza lo de comprar libretas y agendas de papel reciclado cuando estudiaba, era mas barato comprar libretas con las hojas blancas, cuadriculadas y de colorines…

Otra cosa que sí que me parece casi vergonzoso, es lo que están haciendo ahora con las bolsas de supermercado: ¿¿para que demonios ponen bolsas más resistentes y que se puedan usar más de una vez si sigue siendo gratis la contaminante bolsa de plástico blanco??

¿Acaso solo pueden “reciclar” los que siguen con dinero en la billetera después de hacer la compra del mes? Con todo mi respeto, a esas personas les importa menos el medio ambiente que a los que somos de la clase altimedibaja como somos la mayoría, también llamados “ciudadanos de a pie”. Lo de separar los materiales en casa también me parece estupendo pero, personalmente, no se a quien preguntar donde narices va el papel de magdalenas: a veces creo que es material orgánico porque mi anterior perro se los comía, pero como lo llamamos “papel”, irá con el cartón… aunque es también envase, ¡envasa las magdalenas! Es una duda que me planteo todas las mañanas después de desayunar… luego las tiro con la basura que tiene materiales que tampoco sé donde van. (Que conste, no he oído ningún monologo al respecto)

De aquí me paso a la salud, es más caro comprarse alimentos sanos que ir al Burrikin. Siempre que estoy en el súper, voy a la verdura y para hacerme una simple ensalada con lechuga, remolacha y tomate (plastificado, al menos es lo que me sabe, plástico) me cuesta tanto como tres pizzas barbacoa precongeladas. Es más barato comprar una chocolatina que una zanahoria, pero se quejan en las noticias de que cada vez estemos mas gordos los españoles, ¡pero si no nos podemos permitir la comida sana! Si se cambiaran las tornas en cuanto a precios se refiere, estoy convencida de que más de una multinacional de comida rápida quebraría.

Al menos con los coches se está haciendo bien la cosa, con el nuevo impuesto de matriculación, cuanto menos dióxido de carbono expulse el tubo de escape más barato es el coche.

En fin, yo sigo cerrando el grifo mientras friego los platos, me lavo los dientes, las manos o me ducho. No enciendo la luz si no tengo que quedarme en la habitación más de 2 segundos, y si lo hago, la apago al salir, tengo cuatro bolsas de basura diferentes ocupándome el patio y si no tengo que transportar nada que no sea mi bolso, me voy a casa de mis padres en bici.

…Y luego se me olvida regar las plantas, pero eso es otro asunto…